Me.

Brilla diferente y eso asusta a cualquiera.




Raquel Reitx.

jueves, 23 de junio de 2011

Precipicio.

Nada en esta vida es lo bastante bueno para nosotros. Hemos caído en el enorme precipicio que nos rodea arrojándonos a las terribles llamas del mas cruel infierno. No vemos nada, ni un mínimo rescondo de luz a nuestro alrededor. De repente no sentimos nada hasta que un hormigueo se apodera del cuerpo. El corazón se acelera a tal ritmo que casi se sale del pecho. Sonreímos al pensar que quizás podremos olvidar esta amargura pero de pronto nos inunda un enorme dolor que no nos permite respirar. Decidimos arrepentirnos de todo aquello que hemos conseguido logras dejando victimas a nuestro alrededor. Pedimos perdón en mil nombres diferentes, de mil maneras. Entonces el dolor cesa, recuperas el control de tu cuerpo y sientes que has nacido de nuevo.

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La gente se obceca pierde el control de la situación y comete errores. Pero el mayor error de todos... es saber cual es el error e ignorarlo.