La mayoría de nosotros nos encontramos en una etapa de nuestra vida bastante complicada. La adolescencia. Sufrimos repentinos cambios de humor y no solemos hacer caso a los mil y un consejos que nos dan aquellas personas que nos quieren. Vivimos en contra de las normas obcecados por vivir lo más rápido posible. Cometemos fallos y algunos de ellos nos marcan tanto... que querríais volver al pasado y cambiarlo. Intentamos dominar nuestro alrededor y moldarlo a nosotros. Buscamos salidas a todo aquello que no las tiene. Creemos que el mundo esta en nuestra contra, que no quiere que avancemos, pero estamos equivocados. Decimos que tenemos la mentalidad suficientemente desarrollada como para no necesitar a nadie, pero siempre nos hace falta una persona que se ría con nosotros, que llore y que este en cada momento. Porque somos adolescentes es decir a un paso de la niñez y a otro de ser adultos. Así que cada acción nos lleva a un punto diferente de la balanza.
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